Por lo general, en la escuela aprendemos que la coma es “una
pausa”, sin embargo, su empleo dentro de las estructuras gramaticales obedece
en gran manera a situaciones sintáctico-semánticas que deben atenderse.
Ciertamente, el uso de la coma en muchas ocasiones es
opcional, dependiendo de la intención o gusto del autor, la complejidad del
enunciado y otras circunstancias, pero en muchos casos una misma secuencia de
palabras puede adquirir un significado diferente según se escriba con coma o
sin ella, por ejemplo:
José, el leñador y yo fuimos al bosque. (Tres personas: José, el leñador y quien
expresa la oración)
José, el leñador, y yo fuimos al bosque. (Dos personas: José
-quien es leñador- y quien expresa la oración)
¿Por qué? Sencillo: en el primer ejemplo, la ausencia de coma
tras el significante “leñador” indica que fueron al bosque tres personas, por
ser esa palabra parte de la enumeración.
En el segundo ejemplo, la presencia de una coma después del significante
“leñador” lo convierte en una aposición
explicativa, que indica el oficio de José.
La coma se rige por cinco reglas de empleo:
1.
Se utiliza coma para separar los miembros de una
enumeración o serie, excepto los que estén precedidos por las conjunciones “y,
e, o, u”. Por ejemplo: Tenemos café, jugo, agua pura, vino y soda.
2.
Para separar unidades gramaticalmente
equivalentes dentro de un mismo enunciado, a excepción de los casos en que
medie la conjunción “y, e, ni, o, u”.
Por ejemplo: Cuando llegué a mi
casa encendí la luz, fui a la cocina a preparar la cena, hice huevos revueltos
y me senté a comer. Sin embargo, se
coloca coma delante de la conjunción cuando la secuencia expresa un contenido
diferente al de lo anterior, por ejemplo:
Se van de paseo, visitan los mejores hoteles, comen en los mejores
restaurantes, y no son felices.
3.
Se usa coma para aislar los vocativos (el
vocativo es una palabra que sirve para llamar o dirigirse a alguien de forma
explícita) del resto de la oración. Por
ejemplo: María, tome estas cartas y vaya
lo antes posible al correo. /
Felicidades, José, por el éxito de tu reciente novela. / No, señorita, no hay plazas vacantes.
4.
La coma se emplea para aislar en el texto los
incisos, elementos suplementarios que se usan para aclarar, ampliar o rectificar
lo que se expresa. Estas estructuras
explicativas pueden ser aposiciones, adjetivos, oraciones de relativo y
expresiones parentéticas. Por ejemplo: Mi prima, Estela, se fue de viaje. / Daniel,
algo escéptico, miró por la ventana. / Los compañeros de Marina, integrantes
del coro, ganaron un premio. / El mejor de la clase, Carlos Rodríguez, ganó
otro premio hoy.
Frente a las estructuras
explicativas, la especificativas se integran en el grupo nominal sin
interrumpir el curso del enunciado y no van entre comas, por ejemplo: La señorita que llevaba la bandera tropezó
frente al público.
Las expresiones para confirmar o
reforzar lo aseverado (apéndices confirmativos) deben ir precedidas de una coma
que los separe del resto del enunciado, por ejemplo: Es muy aburrido todo esto, ¿cierto?
5.
Nunca se coloca una coma entre el sujeto y el
verbo (incluso si el sujeto está compuesto por varios elementos separados por
una coma).
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