En nuestro idioma es importante saber tres cosas: 1. Que hay
reglas; 2. Que hay excepciones a las reglas; 3. Que depende del contexto. En realidad el castellano (que no español) es
bastante complejo, sin embargo, la Real Academia Española proporciona las
normativas para “casi” todos los aspectos.
Las fechas pueden escribirse enteramente con letras (aunque es poco frecuente que se escriban únicamente con letras; por lo general se aprecia en documentos como actas y cheques bancarios), una
combinación entre letras y números, o bien, únicamente con números .
Cuando nos referimos a la correcta escritura de las fechas
debemos considerar en primer lugar el contexto.
En los países anglosajones se utiliza el orden: mes, día y año, con el empleo de la preposición “de” antes del año. Por ejemplo:
marzo 13 de 2011. Los nombres de
los meses y días en inglés se escriben con mayúscula, en nuestro lenguaje
no. En algunas partes de Hispanoamérica
se emplea este orden, pero la RAE desaconseja su uso.
En castellano el orden es ascendente: día, mes, año, e
incluye la preposición “de” antes de mes y año: 21 de febrero de 2013.
Cuando se trata de cartas o documentos que requieren la
colocación del lugar, se utiliza el mismo orden, a partir del lugar, con una “coma”
entre el lugar y la fecha:
Quetzaltenango, 10 de marzo de 2013.
A partir del año 2000 surgió una variante en la datación que
incluye el uso del artículo (es una tendencia en expresiones, p.ej.: Iré en el
2015. Me casé en el verano del
2005). Al respecto la RAE indica que, si
se incluye la palabra “año”, naturalmente deberá incluirse el artículo (3 de febrero
del año 2008), sin embargo, en los casos donde no figure dicha palabra,
recomienda prescindir de él (aunque tampoco considera incorrecto su empleo).
Y por último, las expresiones numéricas de los años nunca
llevan “coma”, por lo tanto, es incorrecto escribir 1,998 o 2,013, etc.
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